martes, 21 de abril de 2009

Conclusiones debate sobre Derechos de autor

Posición: Estudiantes

1. El 99% de los estudiantes en Colombia acuden a las fotocopias en lugar de comprar los libros originales, según el Centro Colombiano de Derechos Reprográficos. Esto se da por los altos costos de los textos originales, por la escasez de libros en las bibliotecas de las universidades y porque los mismos profesores recomiendan hacerlo.

Hablando de gastos, en una noticia publicada en la página Web del periódico El Tiempo, el 54% de los estudiantes colombianos gastan entre $3.000 y $5.000 a la semana en fotocopias, 25% gasta entre $1.000 y $3.000 y 18% entre $5.000 y $8.000. Estos son gastos que no se podrían comparar con los de un libro original, y más teniendo en cuenta que son personas que no trabajan, no tienen un salario fijo, deben cubrir más gastos y algunos son aún dependientes.

Frente a la pregunta si sacar fotocopias o comprar los libros originales, éstos tendrán las de perder pues no siempre se requiere de todo el libro sino de unos cuantos capítulos, no se pueden subrayar, son más costosos y, lo más grave, ya no hacen parte de la cultura colombiana, donde en promedio consumimos en el año 1.75 libros. Entonces, ¿cómo pretender no sacar fotocopias si desde nuestra cultura se perdió el valor y aprecio por los libros?

A pesar de sacar las fotocopias, los estudiantes aún son concientes que esta práctica vulnera los derechos de autor de quienes son propias sus creaciones. Sin embargo, al ser algo promovido por los profesores, que toca una fibra tan sensible como lo es la economía personal, y dada la escasez de recursos en las universidades, se tuvo que caer en la ceguera aparente para no sentir que estamos violentando los derechos de los otros.

Como soluciones qué se plantea:
1. Que se conozca la ley y se cumpla, no solo por parte de los estudiantes sino también de los profesores, las fotocopiadoras y los directivos.
2. Nutrir las bibliotecas con más libros y dejarlos más accesibles para los estudiantes.
3. Promover en los profesores que inviten primero a comprar el libros para que sea más una desición personal del estudiante y no actuar en contravía de la formación integral y respeto por las ideas que ellos deben promover.
4. Bajar los costos de los libros para que no se quede como simple letra muerta.

Así no reduzcamos el uso de las fotocopias ni aumentemos la compra de libros, sí debemos velar porque se refuerce en los estudiantes la importancia de respetar los derechos de autor y cómo al vulnerarlos estamos acabando con el enriquecimiento literario, académico y cultural.

Pienso que más que un compromiso de los estudiantes, profesores y universidades también lo es por parte de las editoriales ya que si llegaran, en una caso hipotético, a prohibir el uso de las fotocopias como material bibliográfico, estan estancando el proceso de aprendizaje y fomento de la lectura si no ponen más al alcance de las manos los libros.

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